Las personas solo pedimos una cosa cuando se las trata. Respeto. Esa virtud es de la que suelen carecer muchas personas cuando te tratan. Cuando alguien te tiene que decir algo, pedir algo u ordenar algo, las palabras adecuadas, así como el tono que usas en ellas, suele ser fundamental a la hora de conseguir el resultado deseado.
Un jefe no debería hablarte nunca con malos tonos, ni malas palabras, ni darte las cosas lanzándolas al suelo como si fueras un animal, un perro, o cualquier bicho son honor ni sentimientos. Esas cosas además, suelen pasar factura.
Lo único que pedimos en el trabajo, y esto lo digo en nombre de más de un compañero, es que se nos trate con respeto. Las amonestaciones cuando hagamos algo mal, y buenas palabras cuando estemos trabajando bien.
Y no solo es esto aplicable en el campo de lo laboral. también en la vida privada. Cuando discutáis con un compañero, un profesor o cuando vayáis a casa del vecino a pedirle que baje la música porque son mas de las diez de la noche.
Incluso los animales se muestran respeto unos a otros, hasta cuando se van a batir en un combate por una hembra. Es algo tan difícil de mantener? Tenemos que tratar mal al prójimo con tal de menospreciarle? Tanta poca estima tenemos que recurrimos a las descalificaciones?
No deberíamos, amigos, no deberíamos...
Buenos días a todos
lunes, 9 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario